Iniciemos el presente artículo con una breve introducción.
Ya a un siglo y medio de aquellas primeras investigaciones de las que se tiene conocimiento en materia de balística forense con relación a la observación e identificación de una munición (Balística Identificativa) relacionada en un hecho delictivo a través de la confronta de las características individualizantes (Balística Comparativa), hoy en día llamadas marcas de herramienta, así es, me refiero a las confrontas realizadas por el famoso HENRY GODDARD en el año de 1835, quien pudo observar una característica consistente en una protuberancia que presentaba la munición obtenida de un cuerpo, misma que le permitió comprender que si encontraba la herramienta que se había utilizado para la fabricación de la misma daría con el victimario.
Me gustaría ir directamente al punto medular del presente artículo, sin embargo, aprovechare este espacio para poder hacer notar algo muy interesante y que no se puede pasar por alto en la identificación en materia de balística forense de esos tiempos donde lo que se identificaba no era el arma de fuego que había expulsado el proyectil sino la herramienta (TURQUESA) con la que se fabricaba la munición, lo que llevo a pensar a GODDART que si encontraba dicha herramienta que dejara la misma protuberancia en otras municiones daría con el asesino, bueno ese era el pensar en aquellos años, algo que no es así, ya que, como se sabe lo único que se puede asegurar una vez que se obtiene la correlación de marcas de herramienta es que fue el arma de fuego la que expulso las balas o percutió los casquillos, esto hoy en día, por lo que en aquellos tiempos solo se podría determinar que fue la herramienta con la que se fabricó dicha munición, vaya no quiero extenderme en temas que propiamente corresponden al experto en materia de derecho penal quien deberá de crear convicción en el juzgador a través de la pericial en materia de balística forense y otras pruebas, con las que acredite que quien fabrico la munición y disparo el arma también privo de la vida a equis persona.
Es
claro que la forma de identificar y estudiar las marcas de herramienta de esos
tiempos a los de hoy han cambiado, toda vez que la evolución en las armas de
fuego y la aparición del rayado del ánima del arma de fuego permite tener
mayores características y posibilidades de confronta, esto por cuánto a las balas, pero
no olvidemos que también ahora ya podemos contar en el mayor de los casos con
casquillos que también van a presentar marcas de herramienta y que servirán de
igual manera para poder realizar confrontas contra otros elementos balísticos,
así es mis estimados lectores, estamos hablando de la HUELLA BALÍSTICA,
(Características de impresión que deja el arma de fuego en los casquillos y/o
balas, que pueden ser de clase, subclase e individuales), volviendo dicho
estudio en ocasiones más complejo, teniendo con ello que contar con las herramientas y tecnología que permita
buscar, identificar y confrontar las marcas de herramienta finales, para así
poder analizar con mayor facilidad y no
solo de forma general (a simple vista) sino también de manera particular.
De
lo antes referido es que dicho material y equipo serán parte crucial que
permita realizar un estudio técnico-científico con obtención de resultados que
conlleven a concluir un estudio de manera comprobable y objetiva. Aunado a
esto, es importante considerar que todo estudio forense se desarrolla mediante
la aplicación de métodos, principios, leyes y/o teorías que fortalecen el
análisis desarrollado por el experto en la materia, pero también no menos
importante el fundamento de nuestro actuar; si se están preguntando si existe
un fundamento para la obtención y análisis de la huella balística les diré que sí
y este se encuentra establecido en el siguiente:
El
Programa de Prioridad Nacional denominado “Huella Balística y Rastreo
Computarizado de Armamento”, publicado en el diario Oficial de la Federación el
18 de noviembre del 2011, en el que se determinó crear una de una Base de Datos
Nacional, para la identificación de elementos balísticos y tener la posibilidad
de efectuar el rastreo de las armas aseguradas o involucradas en la comisión de
un delito.
Como habrán de darse cuenta
el objetivo de la Huella Balística es la identificación de elementos
balísticos y tener la posibilidad de efectuar el rastreo de las armas
aseguradas o involucradas en la comisión de un delito, mediante estudios
que tienden a realizarse a través de las buenas prácticas, pero también es
importante tener en cuenta que estas buenas prácticas pueden verse limitadas o
incluso no llegan aplicarse debido a la falta del recurso económico, material o
incluso humano.
Otro aspecto a considerar es
que la obtención de la huella balística no solo se limita a todas aquellas
armas de fuego relacionadas con hechos posiblemente constitutivos de un delito,
sino tan bien aquellas armas de fuego asignadas a los funcionarios encargados
de hacer cumplir la ley, esto con la finalidad de crear una base de datos con
la cual puedan confrontarse aquellos elemento balísticos que se presuman haber
sido percudidos por armas de fuego de dichos funcionarios o incluso de armas
que llegan a ser recuperadas y que posiblemente correspondan al armamento extraviado o robado, ya sea directamente al funcionario o
corporación.
De esto, la importancia de identificar
las buenas y malas prácticas, así como las limitaciones que se presentan en la
actividad pericial, específicamente en el área de balística forense,
permitiendo trabajar para eliminar las malas prácticas y fortalecer las buenas
prácticas, así como el de evitar que las limitaciones afecten el análisis
balístico, en específico la obtención de la huella balística, por lo que se
desarrolla el presente artículo.
Esto no termina aquí, como bien se mencionó al inicio, es una breve introducción, por lo que en los días siguientes estaré compartiendo más contenido sobre el presente artículo.
Amat Victoria Curam
No hay comentarios:
Publicar un comentario